Xavier Claramunt


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BMW MOTOR MUNICH
CASA MUNTANER
GALACTIC SUITE

(Spain)

XAVIER CLARAMUNT

Hotel espacial Galactic Suite
Galactic Suite es un proyecto para la creación de un hotel espacial. Sus usuarios tendrán que permanecer un tiempo de aprendizaje en unas instalaciones terrestres, donde permanecerán en el conjunto hotelero, disponiendo de un espacio de recreo y un mirador, que dispensarán a los turistas y sus familias todas las atenciones necesarias. Las instalaciones se conciben como edificios de gran luz, que permiten la salida de la nave espacial a la vez que se van escalonando para bañar el interior con luz natural. Además de la rampa de lanzamiento, el complejo contará con hangares para guardar las naves, zonas de mantenimiento y taller, oficinas, salas de espera y todo lo necesario para que el turista goce de un entrenamiento completo antes, y de una recuperación óptima después de su experiencia en órbita. Al llegar al hotel, los turistas dejarán el equipaje y se conectarán con la Tierra para saludar a familiares, amigos y a los medios de comunicación que lo soliciten. En las habitaciones los turistas tendrán tiempo para meditar, leer y observar el espacio, y las superficies de velcro que se han previsto permitirán movimientos controlados para otras actividades. En cada vuelo viajarán seis personas, dos tripulantes y cuatro turistas, y durante los cuatro días de estancia en el hotel orbital el transbordador permanecerá anclado en el módulo base de llegada, para dar seguridad al pasajero. Este módulo cumplirá la función de zona común de estar, y conectará con las habitaciones, cada una de ellas para dos personas, y con un módulo de servicios. Durante los cuatro días de estancia los turistas podrán ver salir y ponerse el sol 15 veces al día, y cada 80 minutos se completará una órbita alrededor de la Tierra.
“Donde nos sentimos cómodamente es en órbita, a 450 kilómetros de la Tierra, contados a partir de la altura media del mar en Alicante”.
“Defendemos la capacidad de sacar adelante aquí y ahora cualquier proyecto que nos creamos. Todavía somos un país acomplejado, con una incapacidad endémica para acometer proyectos complejos y ambiciosos que tengan un cierto grado de incertidumbre. En definitiva, un país con un miedo atroz al fracaso que paraliza las propuestas arriesgadas”.

Concesionario BMW en Sabadell
En la entrada Sur de Sabadell, los conductores que circulan por la autovía son observados por un nuevo edificio, que se ha girado en la parcela, readaptando lo existente, para encararles y ofrecerles el producto. Las edificaciones originales se amplían en dos direcciones: la continuación longitudinal de las tres naves existentes y la construcción de media nave a uno de los lados, hasta llegar al límite de la calle. En la primera zona se continúa la idea de cubierta a dos aguas, aunque se permite la entrada de luz natural mediante un juego de desniveles en ésta. Las cerchas metálicas que amplían las naves son soportadas por  dos pórticos de hormigón en su parte central, y por pilares metálicos en sus extremos. En la segunda zona, una estructura metálica soporta una cubierta que asciende al acercarse a la calle, y termina rematando la fachada con una línea curva. En el espacio de exposición de los vehículos, jácenas metálicas salvan toda la luz que va de una línea de pilares de acero hasta la estructura continua y autoportante de la fachada. Dentro de las naves originales se crea un nuevo nivel, con una altura dependiente de las actividades de la planta baja. En el segundo nivel se sitúa un parking para el personal y las oficinas de dirección y administración.
En el nivel de entrada se organizan los talleres, almacenes, servicios de postventa, venta y exposición. Por último, se ejecuta la fachada, una estructura metálica que recibe dos envolventes: una, mediante placas de fibrocemento que aportan estanquidad y el acabado interior; la otra, más externa y no estanca, se fabrica con planchas mecanizadas de acero inoxidable colocadas longitudinalmente, paralelas a calles y carretera, en una cortina de ondas que se encoge en ciertos puntos para marcar los accesos, y dejar a la vista la zona de exhibición. La relación de escala entre las partes abiertas, vidriadas, y la cortina de ondas, insinúa dos distancias para mirar el edificio: una desde la autopista y otra a pié de calle.
“La arquitectura es una herramienta, incluso una excusa. La arquitectura nos interesa, incluso nos apasiona, pero por sus capacidades y no por ella misma. De ahí que no acostumbremos a hablar de ella sino de lo que provoca. Nosotros trabajamos para la gente”.
“Hay que buscar a una persona, luego a otra, y entonces poner los medios para que entren en contacto. La arquitectura ha de crear el medio para facilitar la interacción entre la gente, para que las personas encuentren natural el comunicarse las unas con las otras, y especialmente que uno mismo sea capaz de descubrirse. Vernos bien a nosotros ayuda infinito a entender a los demás”.

Casa Muntaner
Ubicada en la localidad de Santa Margarida de Montbui, la vivienda da la espalda a la población para mirar al Sur, hacia el bosque sobre la ladera de la montaña. La estrategia es repensar la situación, ya que la vivienda se sitúa en un solar con fuerte pendiente orientada a Norte, y la normativa solo permite planta baja más un piso. Para solucionar estas barreras, los muros de contención se contorsionan en un juego de cóncavos y convexos: apartan las tierras, las contienen y nos protegen de las inclemencias del tiempo. Dos muros que nacen de contención, se van paulatinamente liberando de sus responsabilidades para llegar a curvarse y formar las cubiertas: la vivienda se coloca ella sola, se hace un sitio y entonces gira, escala la pendiente y marca su propio perímetro. Con esta estrategia, la vivienda consigue tres niveles, todos con acceso directo al terreno, gracias a pequeñas extremidades que nacen de los muros de contención. Una fachada vidriada recorre longitudinalmente el espacio, aprovechando el intento de los muros por encontrarse. La planta de estar queda bajo la cubierta que define uno de los muros sobre la primera crujía, y mira sobre la cubierta que el segundo muro define sobre la planta de las habitaciones: la casa se mira a sí misma. El muro que define la fachada a norte se curva longitudinalmente y dobla verticalmente para hacer las veces de techo de lo que será la estancia principal de la casa, inmediatamente bajo la cubierta y orientada a Sur, mirando hacia el pinar. Desde aquí se otea la segunda capuchilla cubriendo la crujía del estudio y de la habitación principal. Las dos capuchillas se doblan a diferentes niveles dejando ese resquicio longitudinal por el que la casa mirará.
“Los objetos, productos, resultados de nuestros trabajos, esas respuestas, deben referirse a la situación que las hizo necesarias y también a aquello hacia donde quieren ir. Es como si en un momento dado miraras al proyecto y le preguntaras: ¿y tú qué quieres ser de mayor?”.