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ARQUITECTURA ‘PRÊT À PORTER’
(Spain)
ARQUITECTURA ‘PRÊT À PORTER’
Xavier Claramunt crea un catálogo de 21 rascacielos para que sus clientes elijan.
Si alta costura coexiste con Zara, ¿por qué no aplicar en sistema a la arquitectura? Con esa premisa, el arquitecto Xavier Claramunt ofrece un catálogo en 21 rascacielos -ampliables de 41- que facilitan a sus clientes la elección. Claramunt predice que con el desplome del negocio inmobiliario el futuro será incierto y que solo con audacia y nuevas ideas se sobrevivirá. Con el título de Ready to built, el catálogo ofrece una selección de torres de distintas formas y materiales que pueden adecuarse aun emplazamiento concreto.
Claramunt pertenece e a una nueva hornada de profesionales que no rinden excesiva pleitesía a los maestros. Incluso no considera indispensable seguir una de las máximas clásicas del urbanismo, que dice que los edificios tienen que construirse teniendo en cuenta el lugar donde se ubican. “Nos crucificarán”, predice el arquitecto con estudio en Barcelona, una ciudad donde la arquitectura es sagrada.
“Hacer un catálogo no es popular. Hay un punto de provocación y estará mal visto”, sospecha. Pero, aun así, considera que el taller-laboratorio que dirige lleva años proyectando edificios que se presentan a concurso, no logran un contrato o se diseñan por afán de innovación y que por lo tanto sería una lástima que se perdiera el esfuerzo.
En su taller de Palo Alto, en Poblenou, se fragu7an encargos diversos, desde interiorismo hasta joyería pasando por la experimentación en materiales como la cerámica en movimiento o el vidrio. Proyectos que se suman a la construcción de hoteles, su especialidad hasta el momento. Con ese bagaje asegura que su equipo está más que cualificado para afrontar proyectos en altura.
El mercado asiático
El gran objetivo del arquitecto es levantar rascacielos. “Y en España nadie nos los encarga”, constata. Así que animado por la construcción de una torre en Shanghái, ahora en proceso de cimentación, bautizada como Flamenco Tower a causa de que los promotores chinos identificaron su forma torneada con el gesto de las manos al bailar, agrupó todos los edificios en altura en un catálogo.
El repertorio de torres, explica, está pensado para el mercado asiático, “donde hay suelo disponible, se construyen nuevas ciudades y hay gran demanda tanto de viviendas como de oficinas”. “Nos gustaría ser de los equipos puente con Asia y especializados en altura”, resume. La tipología de los edificios que propone el catálogo es variada y ofrece desde el equipamiento hasta el complejo de oficina, hotel y viviendas. Las torres tienen de 35 a 65 pisos y la más alta mide 220 metros.
Poco partidario del historicismo, de los maestros de la arquitectura moderna de estilo más contenido que excesivo, los referentes de Claramunt se inspiran en las magnitudes macro. Así, explica que su interés se dirige a Qatar, donde se está construyendo la Dubai Tower, de 439 metros de altura y 80 pisos. Una desmesura que encabeza un ranking de rascacielos que van desbancándose unos a otros y que desde hace años ya solo se bate en Oriente.