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On Diseño #196
DUCH CLARAMUNT
(Spain)
LÍNEA DE PACK CHCL
El diseño de un pack para una firma de joyería contemporánea se convierte en prolongación del mismo discurso proyectual que conduce al diseño de la pieza. Procesos mecánicos propios del acto de abrir el envoltorio se convierten aquí en una ritualidad de descubrimiento y acceso a la pieza, meticulosamente oculta tras sucesivas envolventes: una exterior de fría geometría, una intermedia que oficia el acto mismo de la apertura y la última, la seda negra, en contacto directo con la joya.
chCL es una firma constituida inicialmente por los arquitectos Sé Duch y Xavier Claramunt, que inicia en 1990 su trayectoria en el mundo del diseño de joyería. Su trayectoria profesional nace de la concurrencia entre las disciplinas de la arquitectura y la joyería, eliminando cualquier esquema formal previo y partiendo de una revisión constante de la manera de entender la joya; los puntos de partida de este proceso pueden proceder de cualquier campo, ya que el equipo considera que todo posee unas calidades propias que, una vez revisadas y redefinidas, pueden sugerir nuevas ideas; las piezas se alejan de la definición tradicional de la joya entendida como objeto decorativo y como resultado final de un proceso creativo que la predetermina, para convertirse en Instrumentos capaces de generar nuevas piezas, a partir de la intervención del usuario. La línea de packs para esta empresa de joyería contemporánea pretende mantener nexos de continuidad con su manera de entender y hacer joyería. En la medida que las piezas se alejan de la definición tradicional de joya como objeto decorativo y aparecen como resultado de un proceso de diseño que la predetermina, el envoltorio debe presentarse como prolongación natural de un discurso proyectual similar al que ha conducido al objeto contenido en su interior. El envoltorio debe responder a esta misma manera de hacer. Se ha revisado el propio concepto de pack, por abrir y encontrar. Se han transformado asimismo la propia acción de abrir por la de desplegar y la de encontrar por buscar, para retrasar al máximo el tránsito de una acción a la siguiente, posponiendo el momento de máxima sorpresa, cuando el usuario accede finalmente a la pieza. La acción de desplegar se traduce en la utilización de un material plástico que, mediante cortes y pliegues, proporciona un volumen que se cierra sin necesidad de mecanismos; buscar se convierte, por su parte, en abrir una pieza de seda negra en cuyo interior se oculta finalmente la pieza. El material plástico, artificial, contrasta y potencia la calidez al tacto y la calidad de la seda natural, material mucho más apropiado para el contacto directo con una pieza de joyería. Una ancha cinta de cartón precinta el conjunto para poder ser envuelto, transportado y guardado, permitiendo además la identificación del contenedor, gracias a la disposición del logotipo de la firma en el exterior.