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EFE
GALACTIC SUITE
(Spain)
GALACTIC SUITE TIENE 38 RESERVAS PARA PASAR 4 DÍAS EN EL PRIMER HOTEL ESPACIAL
Treinta y ocho personas han reservado ya una habitación en Galactic Suite, el primer hotel del espacio, que prevé abrir sus puertas en 2012 a 450 kilómetros de la Tierra y que contará con un ‘spa’ en gravedad cero para que sus huéspedes puedan disfrutar con una burbuja de agua.
De las 38 reservas realizadas desde enero pasado en la web de la compañía (www.galacticsuite.com), cuatro son de españoles, ocho proceden de Estados Unidos, siete de los Emiratos Árabes, seis de China, cinco de Rusia, otras cinco de Australia y tres de Suramérica, explicó a Efe Xavier Claramunt, creador de este proyecto de turismo global.
El viaje tendrá un coste de 3 millones de euros (4,4 millones de dólares) por persona e incluye, además de la estancia en el Galactic Suite, 18 semanas de preparación en una isla del Caribe, adonde podrá viajar el cliente acompañado de su familia mientras se entrena para su experiencia espacial.
Claramunt explicó que la compañía trabaja ahora en el programa de actividades físicas, lúdicas y científicas que los turistas realizarán durante los cuatro días que dura la estancia, concebida “como si se tratara de la llegada al refugio más extremo de la Tierra”.
Una de las experiencias más novedosas que podrán experimentar los clientes del hotel espacial es el “spa” que están desarrollando ingenieros y arquitectos de Galactic Suite, concebido como una esfera transparente en la que se introducirá una burbuja de agua de veinte litros.
El turista, debidamente entrenado para evitar los efectos del agua en estado de gravidez, podrá jugar con la burbuja dividiéndola en miles de burbujas en un juego de nunca acabar. Además, la esfera transparente podrá ser compartida con los otros huéspedes del hotel.
Claramunt explicó que al llegar al hotel los turistas serán recibidos con un combinado energético y luego serán conducidos a sus habitaciones para dejar el equipaje y acomodarse mientras la tripulación revisa los sistemas y pone en marcha el alojamiento.
Está previsto que enseguida se conecten con la Tierra para saludar a familiares, amigos y a los medios de comunicación que lo soliciten. Después se procederá a preparar entre todos la comida y tanto los turistas como la tripulación se retirarán a sus habitaciones para descansar de las emociones de este primer día.
El segundo y el tercer día se iniciarán con ejercicios físicos, alguno de ellos en una banda sinfín de bicicleta.
Los turistas tendrán tiempo para meditar, leer y observar el espacio, y también podrán consultar información referente a la posición y velocidad del hotel en el espacio, así como buscar zonas geográficas en la Tierra o en el mapa sideral del espacio en unas pantallas instaladas junto a las ventanas de los módulos.
Según Claramunt, en cada vuelo viajarán seis personas -dos tripulantes y cuatro turistas- y durante los cuatro días de estancia en el hotel orbital el transbordador permanecerá anclado al módulo base de llegada para dar seguridad al pasajero.
Durante los cuatro días de estancia los turistas podrán ver salir y ponerse el Sol quince veces al día, y cada 80 minutos se completará una órbita alrededor de la Tierra.
El equipo de ingenieros y arquitectos de la compañía ha diseñado una infraestructura para que la nave espacial levite magnéticamente y acelere a través de una pista de lanzamiento Maglev, similar a la utilizada por el ‘tren-bala’.
Esta tecnología consiste en un acelerador suspendido en el aire por encima de una vía, que es propulsado hacia adelante por medio de las fuerzas repulsivas y atractivas del magnetismo.
Tras conseguir una velocidad aproximada a la del sonido, la nave espacial se desenganchará del acelerador Maglev y ascenderá hasta llegar a órbita, a 450 kilómetros de la Tierra, utilizando su motor cohete.
El despegue se realizará desde el Spaceport, un puerto de 40.000 metros cuadrados de superficie en una isla del Caribe, y necesitará de una pista de tres kilómetros para alcanzar la velocidad necesaria.
Según la compañía, está previsto programar dos viajes a la semana y enviar unas 350 personas al año al espacio, pero no se descarta lanzar más módulos si la demanda de plazas fuera superior.
Asegura Xavier Claramunt que en 2012 habrá unas 40.000 personas con capacidad económica para adquirir una estancia en el Galactic Suite, que, aunque es costosa, reconoció, dista mucho de los más de 20 millones de dólares que pagó el multimillonario estadounidense Dennis Tito para ser el primer turista del espacio.