Los factores, las paradojas y la noticia

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Hola, buenas tardes. Buenas tardes y no Buenos días, porque seguramente sea cierto que el levantarse temprano es tan bueno para la economía productiva como malo para la autoestima humana. Bien, después de esta humilde pontificación, débil intento de acercarnos desde la periferia ibérica al aplomo matritense, vamos a intentar convencerles de que los factores que nos definen son singulares y sorprendentes hasta el punto de generar unas paradojas que nosotros defendemos que no son tales, o si se acepta que lo son, entonces que sean falsas.

El Factor Tiempo: las Tres Escalas y la Paradoja Número Uno
El Factor Tiempo se relaciona con la voluntad de que el proceso de diseño-producción nunca se detenga. Para ello nuestra estrategia es trabajar en Tres Escalas a la vez, a saber: arquitectura, diseño industrial y joyería. Esta dinámica quiere ser clara y no mistérica, aunque se comparta la unidad en la trinidad, de manera que cuando se ralentiza la actividad en una de las tres el movimiento puede continuar en otra de las demás, manteniendo la acción viva. Nos beneficiamos de sus distintos tiempos de concreción a la vez que los procesos se ponen a prueba en distintos contextos, dimensiones, es decir escalas.  El tiempo parece uno, sucesión de minutos, segundos o las unidades que sean, pero la arquitectura, el diseño industrial y la ornamentación las consumen a su manera y nuestro objetivo es aprovechar esta diferencia como si se tratara de una fábrica con distintos turnos de trabajo.
La Paradoja número Uno se relaciona directamente con el Factor Tiempo y su uso de las Tres Escalas: ¿un equipo reducido y muchas disciplinas? Paradoja que se demuestra falsa cuando se piensa más en el trabajo intensivo que extensivo. Una estrategia clara permite mirar la silla, el Sol que la ilumina y la pulga que quizá algún día pueda saltar tan alto, con los mismos ojos, dos y en una sola persona. La naturalidad del proceso hace que esta trifulca no solo sea posible sino que el hecho de trabajar en diversas disciplinas a la vez, tres, sea la manera de fortalecer el propio proceso.

El Factor Espacio: el Lugar, su Momento y la Paradoja Número Dos
El Factor Espacio se relaciona con la bondad de estar aquí pero también en otros lugares. Nuestra voluntad es estar próximos a los centros de producción, los lugares en que la realidad cierra el círculo y se vuelve a encontrar con esas ideas que nosotros, releyendo la misma realidad, hemos reelaborado y reentendido. Estar en el lugar es importante para conocer los procesos de ejecución y las habilidades de los llamados a llevarlos a cabo, el factor humano es fundamental. Esta proximidad vale tanto para los procesos industriales como para los procesos arquitectónicos y urbanísticos. Una vez se acierta, por insistencia y voluntad, y se consigue estar en el lugar adecuado, ahí donde pasan y se llevan a cabo cosas, nuestra responsabilidad se centrará en conseguir hacer que aquel momento sea el justo. Quizá no sabremos construir un piano pero no es menos cierto que seguramente algo se ha aprendido si no en el arte sí en el meneo de las teclas.
La Paradoja Número Dos se relaciona directamente con el Factor Tiempo: ¿un despacho pequeño con estrategias de gran corporación? Falsa paradoja, pues se copia la estrategia de las grandes corporaciones pero con otro objetivo. La motivación básica no es de índole económica sino de ambiciones y rigor profesional, se è non vero, è ben trovato. A saber: El reto, compromiso y también ambición de estar allí donde la arquitectura, en esa su forma operística que podría ser el urbanismo, se está aplicando en solicitaciones urgentes. El compromiso, sección rigor, con la producción y con el mantenimiento de la proximidad entre el diseño y la producción, defensores del trabajo integrado entre los diseñadores y los productores.

En definitiva, la noticia: vamos a la China Mandarina, oficialmente Zhonghua Renmin Gongheguo, y abreviando Zhong Guo. Aplicamos para ello la estrategia Colón 1492, según la cual quieres ir a un lugar pero amaneces en otro que aunque te dé rabia acaba siendo mejor. Para ello hemos tenido que superar un dogmatismo muy de esta época tan virtual, a saber, de nuevo: que la excelencia de las comunicaciones no ha de significar la desaparición de la presencia física. La comunicación directa la creemos fundamental para poder hablar y pensar con las personas que han de acabar ejecutando los productos.
Que tamaño país, estado, agrupación o vorágine, China, sea el lugar ya se han encargado de demostrarlo muchos otros, de nosotros dependerá que nuestra llegada coincida con el momento adecuado. Pretensión, la justa.